En este segundo congreso se constata la importancia que tiene rescatar las buenas prácticas en medicina escolar realizadas en los veinticinco años de existencia de los médicos escolares de la Junta de Andalucía.
Es necesario que las distintas administraciones con competencia en la salud y la educación de los escolares andaluces promuevan y desarrollen comisiones de técnicos de diferentes disciplinas con el fin de elaborar protocolos de diagnóstico y derivación interinstitucional de algunos problemas comunes.
De entre ellos, destaca el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, un problema de salud y educativo con una elevada prevalencia, en situación actual de infradiagnóstico en nuestra comunidad, con frecuentes y graves repercusiones en el ámbito familiar y escolar y con roles profesionales insuficientemente delimitados en cuanto al diagnóstico y tratamiento con evidencia científica.
La psicomotricidad es una técnica idónea para el tratamiento en el medio escolar del alumnado con discapacidad motora y el médico escolar el profesional que, por funciones y formación, mejor pueden desarrollar los programas de terapia psicomotriz.
Ante la elevada prevalencia del Asma en edad escolar, es necesario poner en marcha estrategias para el control y aprendizaje del autocontrol de esta patología en el medio escolar, causante de numerosos desajustes, ausencias en los escolares y con graves repercusiones en el aprendizaje de estos. Por tanto, es recomendable, con carácter preventivo, desarrollar en educación primaria el programa de asma, deporte y salud, desarrollado en nuestra comunidad autónoma, premiado y puesto en práctica con éxito en educación secundaria.
Finalmente, es fundamental la difusión de la labor del médico escolar, especialmente del trabajo callado que día a día realiza en los centros educativos que tiene asignados, mediante la plataforma informática que para tal fin ha desarrollado la federación andaluza de medicina escolar.
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